Nuestra abuela cuidaba sus plantas como un tesoro. Durante todas las estaciones del año la veíamos removiendo tierra, regando o reproduciéndolas por medio de esquejes.
El suyo, era el jardín más lindo del
barrio. Ella decía que hablaba con las plantas, nosotros nos reíamos de sus
palabras.
Con el paso de los años, al llegar
nosotros a la vejez, entendimos lo que realmente quería decir. El texto aquí presente se encuentra registrado y la autora del mismo posee todos los derechos relacionados al mismo. Por lo tanto se encuentra prohibida la copia, la venta, la redistribución, publicación sin la previa autorización de la escritora y así mismo no se puede reclamar la pertenencia de la pieza por parte de terceros.