La llamada telefónica no la tomó por
sorpresa. La esperaba desde que la enfermedad de su amiga fue diagnosticada
terminal. A partir de ese momento supo que la muerte astuta y tramposa rondaría
al lado de María acechándola.
Se la imaginaba huesuda,
caminando entre espinas. Deslizándose como pantera sigilosa para dar el golpe certero. Impiadosa esperaría la
hora y el minuto exacto para llevarse a su ser
querido, no sin antes jugar con ella mostrándose perversa e implacable.
—¡Nuevamente ganaste!
—pensó sollozando.
Se dirigió a su jardín y
cortó muchas flores rojas de malvón que había encontrado un año atrás en una
vereda. Formó un ramo muy humilde, María sabía lo mucho que lo cuidaba y por
sencillo que fuera era la flor más hermosa que podía ofrecerle.
© 2012 Nélida Magdalena Gonzalez de Tapia.
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Melancolía, vida, muerte, pasado, futuro, y el eterno presente. Descriptiva y muy auntentica, me gusta.
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